martes, 5 de agosto de 2008

viajes bienvenidos, 2










Ahora entiendo, ahora me vengo
Por fin siento el peso del adiós en mí, pero esta vez soy yo quien se va
al fin

No corro a tu lado, quién lo diría
que sin ti no vivía ni pensaba vivir
corro tras de mí mismo, de mi despertar por fin
azul, blanco: en azul y blanco
un despertar cansado
y cansado de esperar despierto

Detengo mis pasos, miro hacia atrás
debería
veo rostros fantoches
lágrimas
ahí van las mías, tragándolas hacia adentro,
ajustándolas en mi garganta, no dejándolas salir
Y me parece verte, tan nítida como hace un lustro
al factor de algún número
tan nítida que hasta puedo verme a mí y vuelvo a vivir ese momento
desesperante, no quiero despertar
no me saquen de la cama

Ya no.

Entrar, oscuro, muchedumbre
MIEDO
no dejo de avanzar, no dejo de alejarme
y una sonrisita maliciosa aparece de pronto cuando he recuperado mi razón

El destino nos lleva a no encontrarnos jamás,
porque lo negamos, pero lo queremos así

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